Este es el primer pollo que ha bajado a comer en esta primavera al jardín.
Su madre vela por él, vigilante, mientras papá mirlo va en busca de comida.
El pollo esta hambriento, y su padre no duda ni en un momento en llenarle el pico.
Me resulta curioso, ver todos los años que es el macho el que da de comer a las crías, o yo por lo menos no he visto a la hembra hacerlo.
La cría de mirlo, anda a saltitos por el jardín sin alejarse de sus padres, espera con paciencia a que le lleven de comer.
Aún no se percibe si es hembra o macho.
El padre se encargará en días sucesivos de enseñarle a comer por si mismo, pero mientras tanto, el papá mirlo tiene la gran tarea de conseguir alimento, cueste lo que cueste, ya que el piar de su pollo es insistente.
Ha visto los trozos de manzana que dejo en la caseta para los loros, y no se lo piensa dos veces, lo coge con su pico, para tirarlo al suelo, y en él comérselo.
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