En la misma rama

Compartiendo la misma rama , encima del jardín de elisa, se menean al ritmo que marca el viento.


Ese día soplaba con fuerza, y tanto Kramer como la tórtola, aguantan y observan al mismo tiempo lo que pasa a su alrededor.

En el siguiente video se puede ver, que ese día ambos pájaros parecían tener un reto.

Pero parece que él más fuerte es el de siempre.

De nuevo Kramer

Con la llegada del frío, Kramer pasa más horas cerca del jardín de elisa.

A veces en compañía vigilan los comederos, esperando a que les eche el pienso y los trocitos de manzana que comparte con los mirlos.

Ya en el jardín, espera atento.

Pronto bajará a comer.

Kramer en noviembre

La cotorra de Kramer, sigue siendo fiel al jardín de elisa.

Los gorriones se atreven a compartir con Kramer comedero, después de 5 años se han acostumbrado a su compañía.

Pero, eso si, con respeto...

Y con una mínima distancia.

No vaya a ser que se pasen...

Pero el lorito sigue mandando, y recorre los todos los comederos hasta vaciarlos.

Mosquitero

Al atardecer, cuando el jardín de elisa está más tranquilo, y los otros pájaros se retiran ya que empieza a anochecer, si te fijas mucho, puedes ver algún solitario mosquitero.

Ahora que el ciruelo ha tirado todas sus hojas, entre sus ramas se puede ver....

como se limpia las plumas...

y descansa tranquilo.

Pero antes de que anochezca, saldrá al vuelo.

Es difícil poderlos fotografiar, ya que tienen un movimiento muy rápido, y sólo una vez de casualidad consegui una foto, posando en la ventana de la cocina.

Compartiendo comedero

Esperando un hueco, la tórtola túrca espera atenta sobre la caseta.

Kramer sigue siendo el jefe.

Los gorriones apuran hasta el último grano.

Los verderones no se amedrentan ante pájaros más grandes, lo importante es comer.

Hay días en que a Kramer no le importa compartir su menú.

¡Parece que me están mirando!

Esto no es muy usual, normalmente los echa del comedero, la cotorra tiene un buen día, y el gorrión mucha suerte, puede compartir sin problemas su comida.

Torcaz

Parece una estatua, pero no, es de verdad, es una paloma Torcaz, majestuoso y bonito ejemplar.


Ese día, se paso un buen rato en la fuente, hacía calor, y bajo al jardín a refrescarse.

Esta especie de palomas no es habitual del jardín de elisa, pero a veces alguna, de vez en cuando se deja ver por él.

Ese día hasta hizo migas con una tórtola turca.

El solitario Petirrojo

El solitario petirrojo, viene al jardín de elisa cuando éste esta más tranquilo.

Aprovecha para picotear los restos que dejan los otros pájaros cuanto éstos no están.

Lo observa todo, pareciendo tranquilo, mientras nadie lo moleste.

Emite unos sonidos muy peculiares, que me ayudan a localizarlo.

Cormorán

Un poco difícil de ver, pero en medio de esa masa de agua se encuentra un Cormorán, en busca de algún que otro pescadito.

Ese día, paseando al lado del mar, ya que este otoño me lo puedo permitir, pues el tiempo acompaña, estaba yo mirando el gran oleaje que había, cuando veo a ese gran pájaro acuático.

Son unos animales muy curiosos, como pueden sumergirse y desaparecer bajo el agua durante un gran rato, hasta conseguir comida.

Pega con pipa

A las pegas o urracas también les gustan las pipas de calabaza.

Por fin he descubierto quien me rompe por las piernas la figura de jose.

Las Tomateras

Esta primavera pasada planté unas tomateras de cherry.


La ubicación de la planta no estaba en lugar idóneo, ya que buscando el sol la planta creció y creció, hasta alcanzar casi el primer piso de la casa, lo que me hizo recordar el cuento de las "habichuelas mágicas":

Por no decir , que aunque me hizo bastante gracia, solo pensar que a lo mejor tendría que subirme a una escalera para poder recoger los tomatitos, no fue tan simpático quedarme todo el verano, sin la vista que tengo desde la ventana de mi cocina del jardín.

Lo bueno es que podía abrir la ventana, y coger algún que otro tomate, sin tener que salir.

Aunque pequeñitos la cosecha fue buena, y al día de hoy la tomatera, aún sigue dando cherrys.

Otro otoño con Kramer

Llega el otoño, y Kramer modifica sus hábitos veraniegos, con lo cual es más fácil verlo por el jardín de elisa.

Sabe que aquí la comida no falla y viene mañana y tarde.

Estos días vuelve a tener el bulto, es curioso, como pasa de no tener nada, a de un día para otro se le nota un montón.

El otro día debía de tener mucha hambre, ya que no le llego con alimentarse en uno de los comederos, sino que paso por todos los que hay en el jardín.

La curiosidad del carbonero

Desde mi ventana, alguien me observa con mucha curiosidad.

Este lindo carbonero macho, habitual en el jardín de elisa, lo mira todo con mucha atención.

¡Veo veo!

Algo llama su atención:

También es un poco equilibrista.