jueves, 28 de abril de 2011

El Retiro 2

Al día siguiente, volví de paseo por ese parque tan inmenso, y cual es mi sorpresa al encontrarme este animalito tan bonito y simpático.


Estaba comiéndose una rica avellana, como más tarde supe, ya que tiene un colega que va casi todos los días al parque acompañado de una bolsita de esos ricos frutos secos.
La ardilla come de su mano con tal confianza que da envidia.

Y después del festín, si le sobra alguna, va y la entierra para días mejores.

La despensa debe ser enorme, porque así como guarda unas, saca otra de otro agujero, y se la come.
Es muy sociable, y lo demuestra que no le importa quien la mire, o como hizo conmigo, que me vio sacar la funda de la máquina de fotos y pensó: ¡aquí hay comida!, que dio un salto al banco próximo al que yo estaba a ver si le caía algo.

La ardilla jugueteaba por el árbol, haciendo payasadas, arriba y abajo, parecía que nos lo dedicaba a los que la mirábamos ensimismados.





Le pregunte al chico de las avellanas si había más y dijo que tenia controladas a tres ardillas en esa parte del parque.






Paseando por el Retiro

Esta semana santa estuve paseando por el Retiro.


Me ha llamado mucho la atención ver en medio de las barcas a esta mamá pata con sus once patitos nadando en medio de ellas, como si tal, no importándoles el bullicio de la gente.


Poco después, se fueron a reunir con papá pato.


Vigilante, escolta a sus polluelos hacia un rincón más tranquilo, aunque un poco sucio.







miércoles, 13 de abril de 2011

Emparejándose 2

Las tórtolas turcas han bajado al jardín de elisa, como una primavera más a emparejarse.









lunes, 4 de abril de 2011

Comiendo en el suelo

Hace ya cinco años que la cotorra de Kramer viene al jardín de elisa, y sigue sorprendiéndome. Estos días, parece que la comida de los comederos colgantes no le debe llegar, ya que baja al suelo a apañar el alpiste que echo en los recipientes del suelo.
Resulta muy curioso ver al lorito por los suelos en medio de gorriones, como si tal cosa.


Esta claro, que los años le han dado confianza, y el jardín de elisa para Kramer es su territorio particular.