Este año vinieron pocos pollitos de mirlo al Jardín de Elisa, pero este disfrutó de lo lindo de él.
El cuenco más profundo fue el que le sirvió para darse un buen baño.
Observado de cerca por los gorriones, que parecían esperar su turno para refrescarse, no le impidió a este lindo pajarito tomárselo con calma.El baño lo repitió un par de veces más, y a continuación se secó al borde de su improvisada piscina.
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