El carbonero sigue viniendo a comer a mi mano.

Estas dos últimas semanas, esta acompañado de la hembra y cuatro pollitos preciosos, así que la magdalena sigue siendo su plato preferido.

Tenía una sospecha, que a veces dudaba si era el macho o la hembra, y he descubierto que si, la hembra también sube a mi mano, no con el mismo descaro que el macho, pero estos últimos días ambos padres alimentaban a la vez a sus crías, pudiendo distinguir mejor a uno y a otro.

Me imagino, que al estar los dos padres juntos, es que ésta ha sido la última puesta.
Los pollitos siguen el ejemplo del padre y revolotean sobre mi mano sin llegar a posarse, pero si que comen a mis pies.
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