domingo, 4 de julio de 2010

¡Qué pollito más bonito!

La semana pasada, paseando por el parque me encontré una bonita sorpresa.

Este precioso pollito de pega o urraca. Nunca había visto uno igual y tan pequeño. Tenía toda la pinta de que había caído del nido.

Estuve un buen rato observándolo, intentando no asustarlo. Quería saber si los padres estaban cerca, porque donde estaba era presa fácil para los gatos que rondan por ahí.
Pude ver que miraba hacía arriba.

Y que llamaba con insistencia a sus papás.





Más tranquila me quedé cuando escuché como ante las llamadas del pollo, desde la rama del árbol encima de él, le contestaban .

Al día siguiente volví para ver si estaba el pollo, y, sí, había conseguido subir a una de las ramas del árbol.
La pena es que iba sin la cámara de fotos y me perdí una primicia: grabar a los padres del pollito, persiguiendo a un gato por detrás, chillándole, cada uno por un lado, hasta que fueron alejando al intruso y llevándolo lejos de su cría.

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