miércoles, 28 de julio de 2010

Pepito conejo

Pepito, conejo, al monte salió,
corre, que te corre, desapareció........

Quién me iba a decir que en uno de mis paseos de este verano, me iba a encontrar un conejo, que me haría recordar una vieja canción que me tuve que aprender hace muchos años para cantarle a mi hija, a la cual le encantaba, por cierto, y tenía que repartírsela día tras día.

En la canción se hablaba de un conejo y de su mamá, que le advertía de que un cazador lo podría
matar.
"Ven, ven conejito, le dijo su mamá
que un cazador te va a matar.....

¿Qué miran los conejitos?
Se quedan inmóviles, al atardecer, aprovechando los últimos rayos de sol, y si no los asustas, se pueden contar muchos minutos en esa posición.

Me ha coincidido pasar varios días por ese lugar, y la cita con Pepito conejo y familia no falla.

lunes, 26 de julio de 2010

Chochín

Chochín, es de los pájaros más pequeñitos que vienen al jardín de elisa, y también el más difícil de ver.

Viene solo, y , aunque lo escuche, ya que tiene un sonido muy especial, es muy difícil sacarle una foto, ya que se mueve con mucha rapidez.

En primavera ronda el jardín, y a principios de verano conseguí, fotografiarle en la fuente, ya que estuvo entretenido un buen rato bebiendo.

Hace unos años preparó el nido en un tiesto que tenía colgado debajo del porche del jardín.

Fue muy curioso, porque el sitio no estaba apartado, y la planta colgaba a la altura de mi vista, fue muy simpático (salvo para la planta que se murió por no regarla), el nido lo hizo integrado totalmente dentro del tiesto colgando hacia un lado, trabajó en él día tras día, hasta que lo terminó.

Pero no anidó, después me enteré de que, por lo visto, hace varios nidos, para que la hembra elija el que más le guste.

lunes, 19 de julio de 2010

Kramer muda de pluma

Kramer sigue siendo siendo fiel al jardín de elisa.

Esta temporada está desplumado y bastante feo, está mudando la pluma, le ha caído hasta la cola azul tan bonita que tiene.

El bulto, le viene y le va, hay días que se le nota más que otros.


El sabe que aqui no le falta la comida viniendo todos los días a la mañana y al atardecer.


jueves, 8 de julio de 2010

Pollito de verderón

La semana pasada tuve un amiguete muy especial: "un pollito de verderón", que mostraba una confianza total y no se asustaba cuando yo salía al jardín.

Es más, aprovechaba el momento para subir trepando por el ciruelo, y daba un saltito al comedero, para campar a sus anchas mientras yo estaba en el jardín, ya que por lo que deduje, otros pájaros no bajaban a comer mientras yo estaba fuera, y así él, comía tranquilo.


Y, tan tranquilo, que se quedaba, tomando el sol,

mirándome y posando para la foto,

y, hasta se echaba la siesta.


Los pollos de verderones, son junto con los de gorriones los últimos en aparecer en el jardín de elisa, finales de junio y principios de julio, las crías de estos pájaritos aparecen todos los años, acompañados por sus padres, que les dan de comer y protegen hasta que se valen por si mismos.

Esto no le pasó a este pollito, por lo que pude observar, estaba solo, y era muy pequeñito, para que sus padres no estuvieran con él.

El mismo día que apareció por el jardín de elisa, entre la hierba, había un verderón macho muerto. A lo mejor era el padre.

Durante toda la semana se desembolvió sin problema, comiendo y bebiendo.






La pena fue que el sábado por la mañana, apareció muerto.

domingo, 4 de julio de 2010

¡Qué pollito más bonito!

La semana pasada, paseando por el parque me encontré una bonita sorpresa.

Este precioso pollito de pega o urraca. Nunca había visto uno igual y tan pequeño. Tenía toda la pinta de que había caído del nido.

Estuve un buen rato observándolo, intentando no asustarlo. Quería saber si los padres estaban cerca, porque donde estaba era presa fácil para los gatos que rondan por ahí.
Pude ver que miraba hacía arriba.

Y que llamaba con insistencia a sus papás.





Más tranquila me quedé cuando escuché como ante las llamadas del pollo, desde la rama del árbol encima de él, le contestaban .

Al día siguiente volví para ver si estaba el pollo, y, sí, había conseguido subir a una de las ramas del árbol.
La pena es que iba sin la cámara de fotos y me perdí una primicia: grabar a los padres del pollito, persiguiendo a un gato por detrás, chillándole, cada uno por un lado, hasta que fueron alejando al intruso y llevándolo lejos de su cría.