¡Qué curioso!

La semana pasada, me quede bastante alucinada, cuando al mediodía veo en el suelo a Kramer, (al principio creí que era otro lorito), nunca había bajado a comer el alpiste que echo en los cuencos sobre la hierba.

Lo que me hizo dudar de si seria otro loro, es que no conociera los comederos que están en el árbol , que al estar muy tupido de hojas no los deja ver, y el alpiste está a la vista.
De todas formas, es muy curioso verlo comer en el suelo.

Y ya, para rematar mi sorpresa, ver lo pancho que estaba, teniendo una pega cerca.

Cada uno estaba a lo suyo, y no parecían incordiarse.

Sigo, aún hoy muy intrigada con esto ya que no me explico como comía alpiste en el suelo, teniendo las pipas en el comedero del árbol.

Seguí observandolos y el rato que estuvieron loro y pega juntos fue largo, la confianza era mutua.