martes, 25 de marzo de 2014

"Lorito, Lorito"

Para la cotorra de Kramer, la manzana sigue siendo su menú favorito.

 
Ese trocito le lleva su tiempo comérselo, pero él no tiene prisa.


 Hace una pausa, pero no la suelta.


Se siente cómodo en el comedero del árbol.


Y si no le molestan otros pájaros,se puede tirar largos minutos degustando su manjar.

Eso si no le importunan, y si está el trozo sin terminar, se lo lleva a una rama del árbol para terminarlo con más calma. No hay que olvidar, que la manzana grand smith, es su preferida.


Dentro de poco, mostraré la diferencia entre ese trocito de manzana que tanto le gusta, y el de otra variedad.

lunes, 17 de marzo de 2014

Buscando una salida

Parecía estudiar una solución que le permitiese una posibilidad de salida.


Parece ver una posible solución.


Y con su agilidad de gato, salta a una rama cercana.


Donde ve ¡por fin! una vía de escape.







"Un pájaro muy raro"

Hace unos días bajó al jardín de elisa este "pajarito".


Y cuando quiso salir del jardín, la cosa se le complicó subiendo al árbol buscando una salida.


Pese a su agilidad, no encontraba la forma de resolver su problema.


Bastante asustado, iba y venía.


Desde su inseguro cobijo, me miraba indeciso.



miércoles, 12 de marzo de 2014

Pelea por la comida

Un gorrión y un verderón se disputan los granos que quedan en el comedero.


 Ninguno de los dos cesa en su empeño.


El verderón consigue lo que quería, y con la pipa en el pico logra echar a su contrincante.


Pero la cosa no queda ahí, y más tarde los mismos gorriones se pelean entre ellos.


Vienen en grupo, pero el más grande se queda con el grano.




martes, 4 de marzo de 2014

Un pequeño susto para Kramer

Hace unos días oí chillar a la cotorra de Kramer, me llamó la atención porque su sonido venía del otro lado del parque.


Me asomé a la ventana que da a la calle, y el alboroto era tremendo, no solo Kramer, también un montón de gaviotas y dos pegas (urracas), acosaban al lorito.


Este, consiguió esquivar a todos, yendo a refugiarse a la antena de una casa.


Y allí se quedo observando lo que pasaba a su alrededor, lo estuve controlando, y ya cerca de la noche, cuando todo volvió a la calma, abandono su refugio. Las últimas en retirarse, las urracas, lo estuvieron vigilando desde un tejado cercano, pero la paciencia de la cotorra o el cansancio por la persecución, hizo que éste ganara la batalla.