Este ejemplar de gaviota, venía todos los días a la hora del desayuno a la terraza del hotel donde me alojaba con mi familia.
Desparpajo tenía un poco, la necesidad de comida las hace osadas y atrevídas.
Me miraba esperando que le diera algo, lo que me imagino que era algo habitual en ella.
No tenía prisa por marcharse, ni le importaba estar sobre el balcón que parecía de su propiedad.
Al fondo se puede observar una figura de ave rapaz de barro, emulando a un halcón, me imagino que lo pusieron para "asustar" a estas aves, aunque no parece que surta mucho efecto.
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