Como comenté en la entrada anterior, este pajarito "Pinzón", pasó dos días en el jardín de Elisa.
Las pipas eran para él una novedad, o por lo menos me daba a mí la impresión. Ya que se tiraba un buen rato intentando comérselas, cosa que le resultaba bastante difícil.
El petirrojo, que ya no es tan solitario, pues ha aprendido a convivir con gorriones, carboneros, turcas, y verderones; mantuvo con Pinzón un acercamiento poco habitual en él.
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