Todos los años, mis vecinas de la casa de enfrente, hacen su nido en el mismo lugar.
El tejado y su chimenea parecen gustarles para hacer el nido, eso si, siempre buscando la protección de la calle.
Detrás de la chimenea asoma uno de los pollitos, este año son dos.
Nunca me coincidió ver unos pollitos de gaviota tan pequeños, y al mismo tiempo tan osados a salir de su rincón.
Uno de ellos parece más atrevido, y mantiene a su padre o madre vigilante, mientras él curiosea por el tejado.